Chocolate e historia en una caja de bombones

El Tajo y por encima el Puente Nuevo. Y por sus piedras transitando como si nada la historia de una ciudad definitivamente hermosa. Acogedora. Bella. El Tajo, símbolo de Ronda. Símbolo de los rondeños. Más de dos siglos uniendo la ciudad en lo más alto. Más de dos siglos entre sus gentes, entre los que van y vienen, entre los que vienen y se quedan para siempre. ¿Quién no quiere volver, apoyarse sobre la piedra de ese puente que da vistas al Tajo y ver pasar otra vez la vida, ver pasar los vencejos y la tarde?

Cierras los ojos y ves a esta Ronda flotando sobre su desfiladero. Ronda son sus vinos, su gastronomía, su sierra. Ronda son sus paisajes, sus monumentos, su arte, su naturaleza. Cierras los ojos y la ves ahí callada, milenaria como suspendida en una nebulosa de aire.
Y si el Tajo une la ciudad, la enlaza, la conecta, la hace una sola, en Confitería Daver queremos también unir, fusionar nuestra rica historia con lo dulce y el paladar. Por eso, en nuestro deseo continuo por innovar, por ofrecer a los clientes y visitantes nuevas propuestas, nuevos productos que vayan más allá de lo convencional, de lo tradicional, hemos lanzado una nueva idea: cajas de bombones de chocolate artesanal envueltos en lienzos que recogen monumentos de Ronda

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Así, no sólo disfrutarás del placer del chocolate tradicional, del chocolate que llevamos décadas elaborando con mimo tres generaciones de nuestra familia, tres generaciones que también son parte viva de esta Ronda que ha ido abriéndose al mundo, que ha ido regalando al visitante su hospitalidad, su amabilidad de ciudad dinámica asentada en sus raíces.

Decimos, que no sólo disfrutarás del chocolate con los tuyos sino que además, luego, al terminar la caja, te quedará un regalo, un recuerdo de Ronda: la parte superior que envuelve los bombones es un lienzo con un monumento de nuestra ciudad que puedes colgar en cualquier parte de casa, porque Ronda además del Tajo guarda otros secretos como el Convento de Santo Domingo, la Puerta de Felipe V, la Puerta de la Exijara, el Palacio del Marqués de Salvatierra, la Fuente de los Ocho Caños, la Iglesia de Padre Jesús,  la Iglesia Mayor o nuestra Plaza de Toros, historia viva de una Ronda taurina y goyesca, una Ronda de Rilke y Orson Welles. Una ciudad de ensueño.

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